Pedro Guerrero Castro
Pedro Guerrero Castro
Grazalema 1.831-Jerez de la Frontera 1.904
Luís Ruiz Navarro
Diego Martínez Salas
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Hijo de José Guerrero Ruiz, y de Ana de Castro, nació en Grazalema el 27 de noviembre de 1831.
Nuestro protagonista vino al mundo en el seno de una familia dedicada a la fabricación de paños, el cultivo de viñas y la crianza de vinos y aguardientes que su abuelo Atanasio Guerrero Romero, cultivaba y elaboraba ya en 1.794 en las fincas de “El Colmenar” y “Los Castillejos”. (1)
La progresiva crisis que sufrió la Real Fábrica de Paños de Grazalema, durante los primeros años del siglo XIX, determinó a su padre como a otros productores de paños, a abandonar la actividad, invirtiendo su capital en la adquisición de algunas de las fincas que estaban siendo subastadas en la campiña gaditana, como consecuencia de la desamortización de bienes municipales de propios y de la iglesia iniciada por el ministro liberal Juan de Dios Álvarez de Mendizabal.
José Guerrero Ruiz, dejó en Grazalema a su mujer y a sus hijos, marchando a Jerez de la Frontera en donde adquirió varias explotaciones y dehesas a muy bajo coste, durante este proceso de desamortización.
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Consolidadas las explotaciones, el resto de la familia marchará a Jerez a partir de 1.838. El viaje siguiendo la ruta del Puerto del Boyar hasta Arcos y Jerez, lo realizarán su hermana María, Pedro y su hermano Manuel que solo contaba con dos años de edad, dentro del serón de una mula, a la que los arrieros colocaron una piedra a su otro costado para compensar su peso.
En Jerez de la Frontera, el pequeño Pedro ingresó en el Instituto de Segunda Enseñanza, donde tras finalizar el ciclo de estudios correspondiente obtendrá el grado de bachiller en Filosofía, para licenciarse más tarde en Medicina y Cirugía en la Escuela de Medicina de Cádiz, pasando posteriormente a Madrid donde se doctoró durante el año 1.855
Sin embargo, no será la Medicina la dedicación principal del joven doctor. La extensión y el volumen que van alcanzando las explotaciones de su padre y la mayor edad de éste, le obligan a renunciar a su ejercicio clínico, para centrarse en la dirección de las explotaciones de la familia. A partir de este momento, y siguiendo el ejemplo de su madre, mujer muy caritativa, sólo ejercerá la medicina a título gratuito y en beneficio de aquellos de sus trabajadores que no disponían de los medios necesarios para costearse este tipo de asistencia.
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La primera medida que adoptará el joven doctor, una vez asumida la gestión de los negocios familiares será la de enviar a sus hermanos pequeños Rafael y Ramón, nacidos ya en Jérez, a estudiar en la recién inaugurada Escuela Central de Agricultura de Madrid, antecedente de la actual Facultad de Ingeniería Agrónoma.
Finalizados los estudios, prolonga el periodo de formación de sus hermanos, enviándoles a un largo viaje por varios países de Europa para familiarizarse con los últimos avances científicos y técnicos aplicados a la agricultura y ganadería del momento.
Paralelamente procede a ampliar las propiedades de la familia mediante la adquisición en condiciones muy ventajosas de grandes cantidades de terrenos de montes y dehesas incultos y abandonados en la zona de el Valle del Tempe o el Tampul, en las estribaciones de la Penibética y que en dichos años pertenecían al término municipal de Jerez (hoy se encuentra repartido entre los términos de Algar, Arcos de la Frontera, San José del Valle y Jerez.
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Retornados los hermanos de su viaje por Europa, (serán los primeros Ingenieros agrónomos de Jerez), procede a poner en aplicación las enseñanzas adquiridas, convirtiendo las fincas del Tampul (Romanitos, El Marrufo, El Rincón, El Corchadillo, El Algibe, Almocadem y El Chorreadero) en verdaderos modelos de modernidad entre las explotaciones andaluzas y españolas.
Son los primeros en explotar económicamente en Jerez, el corcho de sus montes de Pasada Blanca, aplicando técnicas de manufacturación importadas de Alemania, compatibilizando la explotación de las fincas con proyectos de repoblación forestal, y con la mejora de los prados y regadíos existentes, y el cultivo de extensas extensiones de olivos y viñedos, así como de naranjos, maíz y heno, para cuya recolección introducen por primera vez en Andalucía el uso de maquinaria mecánica y a vapor importada de Inglaterra y Alemania, que causaron verdadera admiración en la época.
En 1.863 un informe de la Sociedad de Fomento Agrícola de Jerez, mencionaba el empleo por Pedro Guerrero de las segadoras Mac-cormick, las trilladoras Ransommes y de la guañadadora Wood que utilizaban entre otros cultivos en sus campos de heno que cultivaron a gran escala por primera vez en Andalucía.
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El ejemplo de los Guerrero servirá de acicate a los restantes agricultores jerezanos a la hora de iniciar la progresiva mecanización de sus explotaciones.
La explotación ganadera tradicional de sus dehesas, se verá mejorada por la construcción de los más modernos establos, cuadras, zahúrdas y apriscos que permitían mantener al ganado en régimen de semi-estabulación garantizando el mejor cuidado sanitario del ganado así como su resguardo ante las inclemencias del tiempo o durante las épocas de carestías de pastos o agua.
En estas condiciones mantendrán extensas cabañas de cerdos, que aprovechaba la bellota de sus montes y de ovejas que fueron mejoradas con distintos cruces, así como cabras, mulos, asnos y centenares de vacas que en su finca del Corchadillo y el Marrufo cruzaron con bastante éxito con ejemplares de la raza inglesa de Durhara para lograr ejemplares dotados especialmente para el tiro y de mayor peso.
No abandonaron los Guerrero su tradición de avezados viticulturos. A los viñedos de Grazalema han de sumarse los que de nuevas cepas plantan en sus fincas de la campiña Jerezana y que envejecen en las soleras, muchas traídas de Grazalema, que reposan en sus bodegas que establecieron en la calle La Vid de Jerez de la Frontera frente al Tabanco del Duque.
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Pero donde Pedro Guerrero y sus hermanos destacaron especialmente, fue en la cría de Caballos, hasta el punto que se ha dicho de nuestro paisano que fue “…con toda seguridad la persona más entusiasta y de mayores conocimientos de cuantas hayan existido en Jerez”, convirtiendo a los Guerrero-Hermanos en los ganaderos criadores de caballos de raza española más importante del mundo durante el Siglo XIX.
Hacia mediados del Siglo XIX, la cría caballar andaluza había llegado á su máxima decadencia. Ante esta situación don Pedro Guerrero buscó los últimos ejemplares descendientes de las castas de la cartuja y de zapata, de Tejedor, de Calero, de Martel, de Ceiix y de otras casas que serla prolijo enumerar, hasta que en 1.867 lograron recuperar el antiguo esplendor de los caballos jerezanos, logrando obtener anualmente de poco más de 200 yeguas de vientre de 130 a 150 crías,
Ya en 1.882 la cuadra había alcanzado fama nacional ganado los primeros premios en todas las Exposiciones y carreras en que se presentaron con sus caballos: Harinero, Gorrión y Primero y otros, españoles puros, sin cruce de ninguna clase.
Tal era el prestigio de sus sementales, de los que se conservan algunos de sus nombres y sus estirpes (Agrilillo, Sacristán, Contador, Peregrino, Capitán, Inquieto, Impresor), que de los 400 sementales con los que contaba el depósito de sementales del Estado en 1882, 83 eran de la casa Guerrero.
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Pero no se limitaron a la recuperación de la raza española. De Inglaterra trajeron a Jerez caballos para las carreras como los Hackney, y que fueron cruzados y entrenados como animales de tiro para labor y para los enganches de forma que se afirmaba que en tiempos de D. Pedro Guerrero Castro en todas las casas reales del mundo tenían un enganche jerezano de hispano-hackneys de los Guerrero de Jerez. En el bar del Casino Jerezano se conserva aún una fotografía de un semental llamado Botador y que reproducimos en el presente artículo. (3)
No permaneció don Pedro ajeno a la vida social y política de su época. Hombre caritativo y de talante liberal, fue elegido concejal del Ayuntamiento de Jerez y Diputado Provincial de Cádiz en distintas legislaturas, demostrando durante las huelgas de los jornaleros de los años ochenta del siglo XIX, una postura siempre dispuesta al acuerdo y a la conciliación, que desgraciadamente no se impuso finalmente, dando lugar a los revueltas sindicales y a la represión de la Mano Negra en 1.883. (4)
Como reconocimiento a su trayectoria, fue nombrado Caballero de la Orden de Isabel la Católica, falleciendo en Jerez de la Frontera el día 16 de febrero de 1.904.
Tras su fallecimiento, será su hermano Manuel y los hijos de éste, los que seguirán manteniendo el hierro de los Guerrero hasta nuestros días, y el patrimonio familiar que se gestionaba a través de la firma Guerrero Hermanos, (muchos recordarán los bancos con los que la familia Guerrero obsequió a Grazalema y que de la Alameda pasaron al Tajo y mas tarde en la Plaza de la Asamblea, hasta que siendo Alcalde Antonio Mateos, se eliminó la leyenda que aludía a su origen, ante la ignorancia de éste de la íntima vinculación de los Guerrero con Grazalema).
Sin embargo, muerto Pedro, comenzó la disgregación del patrimonio familiar, vendiéndose las fincas de Grazalema y las bodegas que se adjudicaran a su hermana, la grazalemeña María Guerrero Castro.
Esta rama de la familia, las mantuvo abiertas en la Calle La Vid de Jerez donde reposaban las soleras en botas, muchas de ellas procedentes de Grazalema, y que serán la base de las Bodegas Parra-Guerrero que durante su existencia, reivindicarán el origen grazalemeño del aguardiente y soleras de su brandy, entre ellos, el excelente brandy Rey Sol. Y ello, hasta el cierre de la casa en 1.977, tras el fallecimiento de Antonio Parra Guerrero, último bodeguero de esta rama de la familia.
Notas.-
(1) DE LAS CUEVAS José. Historia del Brandy de Jérez.
(2) Ibiden 1.
(3) El Globo, Edición de 22 de abril 1.882.
(4) Diario ABC.. Edición de 17 de fenrero de 1.904.
Publicado el agosto 21, 2015 en Uncategorized y etiquetado en Grazalemeños ilustres, Pedro Guerrero Castro. Guarda el enlace permanente. 2 comentarios.
Muchas gracias amigos. Lo estáis haciendo muy bien.
La Historia permanecera siempre para la memoria de todos al igual que mi Amistad con mi querido amigo Jose Maria Guerrero Parra y a toda su Familia.
Jose Angel Reina Martinez