José Sánchez Rosa (1864 – 1936)

Retrato que se colocaba en las escuelas fundadas por Sánchez Rosa separador-para-web

 Cándido Gutiérrez Nieto

 

José Sánchez Rosa (1864 – 1936) cumple 150 años de su presencia entre nosotros. Una oportunidad extraordinaria para reivindicar la figura y la obra de quien, entre otros, también es patrimonio de sus paisanos, todos los grazalemeños y grazalemeñas de todos los tiempos.  Un momento en forma de encrucijada para poner en valor un legado que Grazalema comenzó a tomar en consideración en el pleno municipal del 19 de noviembre de 1991 en el que por unanimidad se le dedicó un busto en la plaza de la Asamblea a este “ilustre libertador grazalemeño” “[…] todo ello para reconocimiento nuestro y de todos los que nos sucedan”.

 

Estudiad, trabajadores cual es vuestra situación,

y prestareis vuestro concurso a la gran Revolución.

Si el concurso no prestáis y vuestras penas aprietan,

¡no quejarse, compañeros! que la culpa será vuestra.

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(Único poema conocido de Sánchez Rosa)

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A continuación exponemos los hitos más importantes de su vida y la importancia de este legado que recogemos de la mano del historiador José Luís Gutiérrez Molina y su obra “La tiza, la tinta y la palabra. José Sánchez Rosa, maestro y anarquista andaluz (1864-1936)” de cuyo texto (editorial Tréveris, 2005), referencias y citas procede extractada la información contenida en este documento.

 

LA TIZA LA TINTA LA PALABRA

 

Razones de su importancia histórica

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Sánchez Rosa está en la historia. Así lo demuestra el interés por su vida y obra de historiadores de prestigio y “[…] del impacto que tuvieron sus escritos. Coetáneos como el notario cordobés Díaz del Moral o el político Eloy Vaquero ya lo advirtieron. Como también, con posterioridad, lo han constatado estudiosos como Álvarez Junco o Temman Kaplan”. Muestra de ello es su amplia presencia en el Inventario de prensa anarquista del Instituto Internacional de Historia Social de Amsterdan.  En todos estos estudios se destaca su participación de primer nivel en acontecimientos de la historia social de nuestro país y de Andalucía como fue el largo proceso para dar origen a la CNT, un sindicato que llegó a ser el más importante de España con un millón de afiliados en 1931 (fecha en la que militaban en este sindicato en Grazalema 550 trabajadores).  “[…] Sin el anarquismo, y los anarquistas, no se pueden entender los últimos ciento cincuenta años de historia española en general y andaluza en particular”.

La presencia histórica del anarquismo en nuestro país ocupa un periodo que va desde la Primera República (1873- 1874) a la Segunda República (1931- 1936) y los años de la Guerra Civil (1936-1939). Había surgido en 1864 en Londres, con la creación de la Asociación Internacional del Trabajo (AIT) o primera Internacional, y tomó forma en 1872 cuando en el V congreso de la AIT nacen separados el socialismo y el anarquismo. Se desarrolló de forma especial en dos regiones muy diferentes desde el punto de vista económico y social. En Cataluña fue la fuerza hegemónica en la industria, mientras que en Andalucía arraigó en el campesinado. Siendo Andalucía una región donde el movimiento evolucionó de forma particular yendo en muchos acontecimientos por delante. En este contexto, Sánchez Rosa tuvo la oportunidad de ser protagonista destacado de unas páginas de la historia porque, sin pretenderlo, tuvo la capacidad de situarse con personalidad propia en ellas. Aún así, de haber nacido y vivido cincuenta años antes o después esto hubiese sido imposible; su vida transcurrió en los lugares y momentos decisivos. Igualmente esto no hubiese sido posible si hablásemos de una persona con otro carácter. Al respecto su fuerte personalidad puede apuntarse como otro elemento determinante. A ellos se une la fidelidad a unos ideales, que abrazaría a edad temprana en Grazalema y no abandonaría en toda su vida, y exigía un talante de persona íntegra y coherente por más presiones y represiones sufridas. Finalmente apuntamos como otro componente esencial la sólida unión personal e ideológica con su compañera la grazalemeña Ana Villalobos Horrillo, quien le proporcionaría además de siete hijos, una presencia afectiva y moral permanente, sin desfallecimiento y de por vida, a pesar de los duros episodios que a ambos les tocó vivir juntos.

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En la Calle Corrales Terceros de Grazalema nació José Sánchez Rosas un 22 de octubre de 1864

Grazalema, en el origen de sus ideales

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La Grazalema que conoce el nacimiento de Sánchez Rosa en los años 60 del siglo XIX es una localidad en decadencia. La evolución de su población es buena muestra de ello. A finales del siglo XIX (en 1897) eran 6.033 sus habitantes. “[…] Cifra que representaba una pérdida de más de dos mil habitantes, casi un veinticinco por ciento, de los 9.046 con los que llegó a registrar en 1877” (veinte años antes). En 1864, cuando nació Sánchez Rosa, su población era de 7.549 habitantes. Familias enteras de la comarca se estaban  incorporando a la emigración, muchas de ellas hacia América ya que las nuevas repúblicas de aquel continente, sobre todo Argentina, hacían de reclamo a través del puerto de Gibraltar prometiendo una vida más próspera, en democracia y libertad […] A pesar de esta sangría de población que abandonaba el municipio, “Grazalema no dejaba de ser una localidad de cierta prestancia con más de 1.500 viviendas siendo, además, cabeza de zona recaudatoria y de Partido Judicial”.

Desde el punto de vista obrerista, el pueblo y el conjunto de la comarca experimentaban un proceso especial que ayudaba a extender las ideas primero federalistas y más tarde libertarias. “[…] En este periodo la gran figura, referente del movimiento, era Fermín Salvochea quien hacía labores propagandistas por Cádiz y provincia”. “[…] Durante la primera mitad de la década de los ochenta del siglo XIX, el naciente asociacionismo obrero de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) arraigó en la sierra gaditana debido a las dificultades que sufrían especialmente los colectivos de trabajadores”. Tan importante fue este hecho que la provincia de Cádiz y sobre todo su sierra jugarían un papel destacado.  Desde los años 60, coincidiendo con la infancia de Sánchez Rosa “[…] en Grazalema había funcionado una sociedad obrera que estuvo entre las primeras rurales creadas”. “[…] Así en el congreso de la AIT que se celebra en Bruselas en 1874 (diez años después del nacimiento de Sánchez Rosa), el delegado español José García Viñas presentó un informe de la organización española en el que dice que las sociedades y federados de Grazalema a la FTRE (Federación de Trabajadores de la Región Española) entre 1881 y 1883 fueron 507 agricultores, 25 manufactureros y laneros y un número indeterminado de obreras y miembros de otros oficios”. Igualmente, “[…] en el II Congreso de la FTRE celebrado en Sevilla en 1882 entre los 200 delegados asistentes estuvo una representación procedente de Grazalema”. Entre los acuerdos se acogió la llamada “propaganda por el hecho”, una forma de extensión de los ideales a través de la acción. Igual que en aquellos congresos, Grazalema estuvo presente en estos años en la prensa anarquista nacional con cierta frecuencia. Así puede citarse “[…] el manifiesto que el grupo “Fisher” publicó en El Productor de Barcelona el 21 de septiembre de 1881, titulado Tribuna libre: A todos los anarquistas de Grazalema”. En parecidos términos la Solidaridad de Sevilla publicó sucesivos anuncios dando información de la actividad en Grazalema. Un ejemplo del arraigo de las ideas anarquistas en la sierra de Cádiz lo demuestra la distribución que se hacía de la madrileña Revista Social que era comprada íntegramente por la federación y luego distribuida a sus miembros. Así en noviembre de 1892, con motivo de la publicación del segundo volumen de la Biblioteca del proletario, “[…]  a Grazalema se enviaron 50 ejemplares, 48 a Ubrique y 100 a Arcos”.

 

CARNET CNT

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En este contexto, no cabe duda que el niño José Sánchez Rosa tuvo la oportunidad de crecer en un ambiente propicio para que conociera las nuevas ideas de liberación obrera y universal. Así “[…] se pueden admitir las fechas que Díaz del Moral proporciona del comienzo de su actividad lectora, hacia los años 1876- 1878, cuando contaba entre 12 y 14 años. Años después, el mismo investigador (que parece que asistió a algunos actos suyos) nos dice que en sus discursos no era muy elocuente aunque su experiencia le proporciona los recursos suficientes para encandilar al auditorio”.  “[…] Según propias palabras (en un artículo publicado en el suplemento de la Revista Blanca de Madrid en 1900)  Sánchez Rosa confesaba que había comenzado a militar en el obrerismo a los 16 años, “cuando comprendí el ideal libertario”.  Ideal que es muy posible le llegara de otros jóvenes y algunos adultos grazalemeños con los que convivía. De ellos hemos conocido algunos nombres. A finales de 1887 se celebró en Grazalema una reunión de delegados, convertida en congreso, de diversas localidades de Sevilla y Cádiz de la FTRE “[…] con la intención de crear una nueva Unión de Trabajadores del campo (UTC). Su secretario comarcal era Juan José García que usaba el pseudónimo “Adrian” y ya escribía notas en la prensa libertaria como la aparecida en el periódico de Madrid Bandera Social en marzo de 1883 en el que “[…] instaba a los trabajadores a salir de la indiferencia y abandonar las tabernas”. Este personaje es decisivo en esta página de la historia de nuestro pueblo y también de Sánchez Rosa.  Destacado miembro de la organización, y natural de Grazalema, Juan José García tenía un año más que Sánchez Rosa y es muy posible que fuese su amigo y en buena parte “su” inspirador ideológico. “[…] En 1891, cuando lo buscaban para hacerlo responsable por la convocatoria de una manifestación, se había trasladado temporalmente a Cádiz huyendo de la presión policial y patronal y militaba en el Círculo  Obrero impulsado por Fermín Salvochea”. Su actividad ya venía de años antes. “[…] El Comité de Grazalema que organizó los días 2 y 3 de julio de 1884 el congreso comarcal de Andalucía del Sur de la FTRE tuvo como responsable de su organización a Juan José García que aparece domiciliado de la calle Colorada número 7”.  Igualmente en diferentes referencias en la prensa política de la época aparece Grazalema y se citan en Bandera Social (en nota enviada por Juan García) otros nombres como el de Ana María Marín cuyo domicilio estaba fijado en la calle Fontana número 10, lugar donde en 1883 llegaban las suscripciones de “[…] la recogida de fondos o suscripciones a favor de los presos”. En 1884, “[…] a los pocos días de celebrado el último congreso de la UTC en Grazalema, a principios de mayo, fueron disueltos y detenidos algunos militantes” como fue el caso de “[…] Juan García Vega (entendemos que es el mismo Juan José García nombrado anteriormente), Juan Menacho Yeso y Juan Menacho Barca”. “[…] A fines de este año se celebró en Grazalema una reunión de delegados de diversas localidades de la provincia de Sevilla y Cádiz con la intención de crear una nueva UTC, intento que fracasó”. “[…] Poco después, en el verano de ese año, las autoridades estaban dispuestas a cercenar de raíz cualquier intento de organización obrera y detuvieron a una veintena de vecinos”. Por otra parte, las crónicas mencionan a Grazalema en septiembre de 1887 con motivo de la “[…] detención de Diego Valle, socialista natural de Alcalá de los Gazules, ya que según las mismas trabajaba entonces en la fábrica de corcho de Grazalema”.

Jose Sanchez Rosa joven

Retrato juvenil de José Sánchez Rosa

Con este conjunto de datos podemos afirmar que el ambiente que se vivía en Grazalema en los años de su juventud fue propicio para que el joven Sánchez Rosa abrazase el ideal libertario y comenzase su actividad político social. Ideales que tuvo que percibirlas y asumirlas con plena actividad a una edad temprana porque en 1882 ya era suficientemente conocido como para ser detenido, tras un impulso represivo que había iniciado el gobierno de Sagasta y la policía ante las numerosas quejas de los caciques locales y comarcales que dieron lugar a los sucesos denominados interesadamente (posteriormente demostrados por los historiadores como falsos y manipulados) de la Mano negra. Entonces tenía 18 años y una bien ganada reputación como lector de prensa obrera (lectura pública en tabernas, cortijos y tajos). La lectura de prensa obrera en público fue uno de los sistemas utilizados sistemáticamente por los anarquistas españoles para realizar su propaganda. Según el periódico gaditano El Socialista “[…] bastaba con que las autoridades supieran que alguien era suscriptor de un periódico obrero para que fuera encarcelado”. Sin embargo, ni en esta ni en posteriores ocasiones se pudo demostrar en las acusaciones que Sánchez Rosa fuese algo más que un convencido anarquista cuyas ideas explicaba una y otra vez con pasión y vehemencia. Participación que ya lo habían convertido en un líder del movimiento obrero. Así “[…] en 1891 fue nombrado delegado para asistir al congreso que se convocó en Madrid para reorganizar la Internacional por iniciativa del PSOE y la UGT. Con la presencia plural de unos 135 delegados y una treintena de sociedades obreras. Entre los asistentes estuvo también Pablo Iglesias. La bandera reivindicativa, tras el éxito de la huelga general del primero de mayo anterior, se centró en la jornada de ocho horas. Sin embargo el desacuerdo llegó con los procedimientos expuestos siendo los de los grupos anarquistas el llamado “pacto de resistencia” o la convocatoria por secciones de oficios de una huelga general como medida de presión”. Sobre la relación entre anarquistas, socialistas y Grazalema, parece probable que existiera ya que en la prensa El Socialismo publicado a instancias del primero, aparecían con frecuencia noticias de Grazalema; fuertemente presente por el volumen de sus afiliados como por la actividad de algunos personajes como el ya mencionado Juan José García; personalidad clave que a su actividad militante le uniría la de cronista de prensa y maestro racionalista. Incluso en este mismo periódico aparece el 22 de diciembre de 1890 una noticia enviada por el autodenominado grupo anarquista “los hijos del planeta” quienes “[…] animan a movilizarse a los trabajadores de la campiña”, donde posiblemente Sánchez Rosa ya estaba conviviendo y actuando aunque su familia aún estuviese en el pueblo. Con anterioridad, en Grazalema, “[…] el uno de mayo se había convocado una manifestación y una huelga de panaderos que terminó con el encarcelamiento de nueve trabajadores”. Pero los acontecimientos históricos tendrían su punto álgido con los sucesos del llamado asalto campesino de Jerez en 1892. Aquella huelga convocada ya entrado el año 1892 marcaría definitivamente la vida de Sánchez Rosa. En este momento ya llevaba diez años de propagandista más o menos activo. Y había adoptado el pseudónimo “Fermín”, probablemente en honor a Salvochea (con toda seguridad su gran referente ideológico). Al respecto no hay que olvidar que su segundo hijo se llamó Fermín y que la costumbre de tomar el nombre de un revolucionario conocido y admirado estaba muy extendida.

Con el nuevo siglo, las noticias en la prensa libertaria sobre la actividad obrera anarquista en Grazalema siguen apareciendo, aunque con menos intensidad que en el siglo pasado. En el II congreso de la FSORE (Federación de sociedades de resistencias de la región española, aparecida en 1900 y extinguida en 1907) celebrado en Madrid asiste en representación de la Sociedad de agricultores de Grazalema el jerezano José Torralbo (conocido amigo personal de Sánchez Rosa) quien también representó al Centro el Progreso de aquella ciudad.  Y en el III congreso regional de campesinos celebrado en 1903 en Madrid  la mayoría de los delegados fueron andaluces y entre ellos estuvieron tanto Sánchez Rosa (ya entonces residente en Los Barrios) como delegado por La Línea, como Juan José García por Grazalema. En aquel cónclave, entre sus reivindicaciones se exigió la supresión del trabajo infantil o la equiparación del salario de hombres y mujeres. También se acordó crear una liga en defensa de la escuela laica y utilizar la huelga general para obtener la jornada de ocho horas.

 

SANCHEZ ROSA, ANA VILLALOBOS, SU MUJER, Y FEDERICO MONTSENY EN SEVILLA

En la foto con su esposa, la grazalemeña Ana Villalobos Hornillo y con Federica Montseny con quien el matrimonio tuvo una intensa amistad.

Una vida plagada de acontecimientos históricos

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Los sucesos de Jerez de 1882 se inician en agosto de 1891 cuando fueron detenidas 157 personas; un recurso represivo que el gobierno empleaba, a instancias de los poderes locales, por las constantes convocatorias de huelgas. Sin embargo, las respuestas desde hacía diez años (iniciados con los sucesos de la Mano Negra) lejos de reducir el movimiento obrerista iban en sentido contrario. En esta ocasión, casi como “la gota que desbordaba el vaso”, a causa de este abultado episodio de detenciones masivas, se provocó la movilización encendida de la organización consistente en “[…] la convocatoria al pueblo para sublevarse con la exigencia de liberar a sus compañeros encarcelados”. En consecuencia, la noche del 8 de enero de 1892 quinientos jornaleros y artesanos entraron en Jerez al grito de «¡Viva la revolución social! !Viva la anarquía!«. Los soldados se asustaron y no reaccionaron y el choque se saldó con dos muertos. Un mes después cuatro anarquistas fueron ajusticiados públicamente en la plaza de Belén de Jerez. De aquellos hechos se acusó incluso al anarquista Fermín Salvochea que estaba preso. Como otros, Sánchez Rosa también fue detenido. Se le calificaba como uno de los “jefes anarquistas” y “hombre de acción”. Se le acusó de haber formado parte de la comisión que se había entrevistado con Salvochea en la cárcel de Cádiz para preparar aquel movimiento. En su contra estaba que en los días previos al juicio “[…] había salido publicado en el periódico madrileño La Anarquía su primer artículo”. Aquellas noticias y “[…] la actuación de un confidente apodado el Madrileño (quien dijo haber asistido junto a Lamela, Caballero y Sánchez Rosa a aquella entrevista)”, “[…] declaraciones posteriormente desmentidas por el mismo confidente, fue el pretexto para implicarlo” y “[…] juzgarlo junto a 42 condenados; lo que, tras la condena a pena de muerte y el posterior indulto, le llevaría a estar 8 años en el penal El Hacho de Ceuta”. Antes de salir, en 1892, siete años después, estando en la cárcel de Ceuta, vuelve a publicar otro artículo. Lo hace en el periódico de Cádiz EI Trabajo con una carta pidiendo que se realice una campaña con los presos de Jerez, entre los que se encuentra, “[…] como la efectuada con los condenados de Montjuich,”. La familia Urales (de la que hablaremos) iniciaría esta campaña organizando una gira de mítines por España para mostrarle su apoyo.

En 1901,  con 36 años, se le concede el indulto real (consecuencia de la boda de María de las Mercedes, princesa de Asturias) y comienza a trabajar como maestro en la escuela del Centro de Estudios Sociales de Los Barrios. En 1902 es vocal de la junta directiva de este Centro de Estudios y comienza a colaborar frecuentemente con Tierra y Libertad de Madrid y en las páginas del Suplemento de La Revista Blanca. En 1903 acude al tercer congreso de la FSORE, celebrado en Madrid. A consecuencia de un artículo antimilitarista publicado en el periódico de la Línea El Despertar del Terruño tiene que refugiarse en Tánger.

Boletín escolar de  las escuelas racionalistas

Las conocidas como «Escuelas Racionalistas», fueron un modelo de educación impulsada por republicanos, socialistas y anarquistas, que pretendieron ocupar el hueco existente en el deficiente sistema educativo español del Siglo XIX.

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En 1904 abandona Tánger para trasladarse a Aznalcóllar donde fija su residencia con su familia y funda su primera escuela racionalista en la que trabajarán tanto su compañera Ana Villalobos como su hija mayor Paca. Existen dos razones que explican la llegada a esta localidad sevillana. Primero, las características de una importante población minera y obrerista. Segundo, la presencia allí de Francisco González Sola, un conocido maestro racionalista que tuvo un importante papel en el movimiento de comienzos de siglo. Otro maestro racionalista de su misma generación que influyó en él y participaron conjuntamente en muchos actos fue el farmacéutico Abelardo Saavedra del Toro, natural de Villamartín que había estado exiliado en Francia y Cuba y colaborada con la editorial Escuela Moderna de Ferrer i Guardia.

En 1907 en Aznalcóllar sufre de forma especial la presión de los poderes locales hasta el punto de ser clausurada la escuela; aunque continúa dando clases en los domicilios de los alumnos.

En 1910, tras los fusilamientos de la “Semana Trágica”, el sindicato catalán Solidaridad obrera convoca un congreso (30, 21 octubre y 1 noviembre) dando origen a la CNT. Sánchez Rosa ingresó en la Confederación Nacional del Trabajo tomando gran protagonismo ya que fue el creador de la regional andaluza. Sin embargo, pasado el tiempo, sin renunciar a su ideario anarquista, mantuvo discrepancias con la organización con motivo del recurso de la violencia, a la que siempre se opuso, especialmente con ocasión de la oleada desatada entre 1917 y 1920.

En 1911 se traslada con su familia a Sevilla y presenta la documentación para abrir una escuela racionalista en la calle Pagés del Corro, 32 de Sevilla. En septiembre estalla una huelga general en esta ciudad siendo detenido y deportado a Herrera del Duque en la provincia de Badajoz en la llamada “Siberia extremeña”. Del conjunto de experiencias vitales de Sánchez Rosa destacan los sucesivos ingresos en la cárcel que sufrió en su vida. “[…] Con frecuencia se refirió a ella, para recordar la terribles condiciones, sometidos al chantaje, los malos tratos y sobre todo el olvido del pueblo que los creía malvados por haber sido condenados”. “[…] En ocasiones los desterrados fueron “paseados” en ferrocarril o a pie por diversos trayectos. Los traslados formaban parte del castigo y la tortura, como la de aquel preso que contaba haber sido transportado en tren hasta Utrera y de allí a pie hasta Córdoba a la que llegaron quince días después. O el caso de otro que durante semanas no supo donde lo llevaban, siendo trasladado a Málaga, luego a Algeciras y Ceuta y de nuevo, a pié, desde Algeciras a Málaga”.

Jose sanchez rosa

Sánchez Rosa con los alumnos de su Escuela Racionalista del barrio de Triana

 

En 1912 es iniciado en la masonería, en la logia sevillana «Justicia y Libertad» del Grande Oriente de España, con el nombre simbólico de Salvochea donde permanecería apenas un año. En 1914 participa en una gira de mítines (también llamadas “excursiones”) con su hija Paca y toman auge las publicaciones sucesivas de la editorial que había fundado con el nombre de la Biblioteca del obrero donde publica textos propios y de otros autores generalmente maestros racionalistas de toda España. Entre el 28 y 30 de abril en representación de Andalucía, junto a los líderes de Italia, Francia y otros países europeos, acude como uno de los principales representantes del anarquismo español al Congreso Internacional de la Paz celebrado en El Ferrol para protestar por los estragos de la Primera Guerra mundial. En octubre es detenido y encarcelado en la prisión de Jaén hasta mediados de noviembre.

En 1916 participa en el mitin de la Comisión frente a la carestía de subsistencia celebrado en Sevilla. Acude a Valencia como representante andaluz a la Conferencia Nacional de la CNT. Participa en un ciclo de actos por Barcelona organizados por el sindicato con el lema “Necesidad del concurso de la mujer» y participa en el mitin conjunto con socialistas y liberales organizado en Sevilla contra la carestía y la crisis de trabajo.

En 1917 forma parte del comité de la federación de Grupos Anarquistas de Andalucía. En 1918, el 1 de mayo, preside la primera sesión del congreso de creación de la Federación Regional Obrera de Andalucía. Como principal actor interviene en el mitin de clausura de aquel congreso. Ese mismo año acude a la Conferencia Nacional Anarquista celebrada en Barcelona.

 

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Ana Villalobos Hornillos, esposa grazalemeña de José Sanchez Rosa. Con ella se cumple el dicho que dice que detrás de un gran hombre hay una gran mujer.

En 1919 redacta una carta, a petición de los grupos anarquistas de Barcelona, opuestos al rumbo  sindicalista que estaba tomando la CNT.

En 1920 es expulsado de este sindicato. En 1923 acude al congreso constitutivo de la Federación Nacional de Grupos Anarquistas celebrado en Madrid, en representación de los grupos ácratas andaluces. Ese año realiza una gira, junto Teresa Claramunt y Soledad Gustavo (madre de Federica Montseny) por toda España. El 29 de octubre es detenido y enviado a la cárcel de Murcia de la que saldría siete meses después “sin cargos”.

En 1931 se reincorpora con cierto protagonismo a la CNT y participa en el mitin de la CNT andaluza del l º Mayo de Sevilla. En 1932, nuevamente preso, es trasladado al castillo de Santa Catalina de Cádiz. Este año se aloja en su casa Federica Montseny en su primer viaje a Andalucía. En 1933, enfermo de diabetes por lo que pasaba temporadas en cama, publica su último artículo «Paso libre a la anarquía» en el periódico CNT de Madrid.

En 1936, a los 72 años, muere fusilado junto a otras 16 personas. En 1939 se comunica a su familia oficialmente su muerte y se dice que la condena del juzgado, tres años después, por los cargos de aquella acusación se saldaba con el pago de una multa de catorce duros (70 pesetas). Ana Villalobos “[…] murió en 1956 a la edad de 90 años en Sevilla”.

 

Sánchez Rosa (Casa) calle enladrillada 49

Último domicilio de Sánchez Rosa en la sevillana Calle Enladrillada

 

 

Su familia  y sus huellas grazalemeñas

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A raíz de las investigaciones de Gutiérrez Molina (2005) existen algunos datos sobre  la familia de José Sánchez Rosa. En esta referencia es muy importante reconocer casi paralelamente las referencias de la también grazalemeña Ana Villalobos Horrillo, dos años más joven, nacida en 1866, quien sería su compañera de toda la vida, su mujer y su soporte afectivo y moral,“[…] quien con su título oficial de magisterio, obtenido, al parecer, en la Escuela Normal de Cádiz permitió a Sánchez Rosa ejercer de maestro” y fundar escuelas como las de Aznalcóllar y Sevilla, soportando la constante presión y exigencias a las que se vieron sometidos estos centros.

De José Sánchez Rosa, nacido el 22 de octubre de 1864, sabemos que era hijo de Fernando José Sánchez Horrillo y de Francisca Rosa de los Santos. De la profesión de su padre no hay dudas, incluso el mismo José ejerció el oficio de zapatero a lo largo de su vida, como cuando estuvo en la cárcel de Ceuta y su mujer, siempre intentando estar cerca de él, consiguió entrar en el servicio de la casa “[…] de uno de los jefes de la guarnición. Al poco tiempo la señora de la casa y ella se encontraban embarazadas. Cuando dieron a luz, mientras que a la grazalemeña le sobraba leche, la mujer del militar no lo podía hacer. Entonces hizo de ama de cría lo que le proporcionó la gratitud y amistad de la familia que hizo que José saliera del penal a trabajar de zapatero para ella”.

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José Sánchez Rosa y Ana Villalobos rodeados de sus hijos y nietos.

 

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Sobre la madre de José no se sabe mucho, sólo que lo era de una familia numerosa y que José era el hijo pequeño. Dos nietos entrevistados por el autor referido no lograban ponerse de acuerdo quien era la abuela conocida en Grazalema como “[…] la sacristana”, aunque seguramente fuese la madre de Ana Villalobos, muerta siendo ella una niña. Su padre, Pedro Villalobos Mateos, estaba viudo y ejercía de encargado de una finca. Sus ahorros los había dedicado en lograr que Ana, posiblemente hija única, estudiara en unos tiempos en los que esto era casi imposible para una mujer. En estas referencias aparece también el cura “[…] Juan Lobato Mateos”, posible pariente de Pedro, quien “[…] casó a Ana y José (con 22 y 24 años) en la iglesia de San Juan de Grazalema el 15 de mayo de 1889”. La novedad de aquel matrimonio era que lo hicieron porque “[…] tres días después iba a nacer su primera hija. El acta de nacimiento de Francisca Sánchez Villalobos indica que ocurrió el 18 de mayo de 1889”. “[…] Ambos, por aquel entonces, vivían en el número 16 de la calle Sierra”. A partir de estos hechos el domicilio de esta familia grazalemeña, posiblemente el mismo de la zapatería y familia de José, fue el número 16 de la calle Corrales Terceros. Hasta aquí el ascendente y presencia familiar grazalemeña de José Sánchez Rosa. Sus restantes seis hijos nacieron y se criaron en otros lugares, aunque sabemos que Grazalema siempre estuvo presente en los recuerdos de Ana y José, al conservar hasta su muerte “[…] una colección de postales antiguas del pueblo” que heredaron sus nietos.

En la investigación sobre la biografía de Sánchez Rosa aparece con frecuencia Ana Villalobos, siempre inseparable de él. De esta presencia existen otras anécdotas que demuestran su talante y también su fuerte carácter (“[…] más duro que el hayo”, como calificó Sánchez Rosa a su compañera. En Ceuta, donde José estaría preso siguió a su compañero para verlo cuando podía. Un día “[…] lo encontró en unas fortificaciones arrastrando un carro lleno de materiales. “[…]La vida del presidiario aunque dura tenía ciertas compensaciones. Una de ellas era la de poder “recibir” a prostitutas. Sin dudarlo Ana se sacó el carnet y así accedió a José”. De aquellas fechas datan el nacimiento en Ceuta del segundo y tercer hijo de la pareja: Fermín y Pepita. Sus nietos dicen de ella que Ana Villalobos “tenía tres y una bailaera” y que “[…] también, como a su compañero, le gustaba canturrear piezas de zarzuelas”. Una anécdota más de su carácter lo dejó en evidencia cuando en 1923 al comienzo de la Dictadura de Primo de Rivera, con la intención de desarmar a todas las organizaciones sindicales fueron detenidos los más conocidos cenetistas en una operación que el mismo general calificó de “[…] intervención quirúrgica de urgencia”. Y así hicieron con Sánchez Rosa quien fuera “[…] detenido la madrugada del 29 de septiembre y deportado a primeros de octubre a Murcia”. “[…] Ana Villalobos, temerosa de que en aquel traslado le fuesen a aplicar la ley de fugas, conocedora del día y el medio de transporte que iban a utilizar, viajó en el mismo tren a la capital levantina. Sin saber el tiempo que duraría aquel viaje, permaneció allí junto a él durante casi siete meses”.  “[…] Fortaleza que le permitió superar los, al parecer dieciséis partos que tuvo. Fruto de la elevada mortandad infantil de la época llegaron a buen fin seis, de los siete que nacieron. “[…]

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El 15 de mayo de 1896 José Sánchez Rosa y Ana Villalobos Hornillo contraen matrimonio en la Iglesia de San Juan de Grazalema

En los años treinta sobrevivían cuatro: Paca (Grazalema, 1889), Fermín (Ceuta, 1898), María (Los Barrios, 1901) y Felicidad (Aznalcollar, 1909). Los demás murieron pronto. Unos de difteria, como los gemelos Acracio y Elio nacidos en 1919 en Aznalcóllar, otros de tisis como Pepita (Ceuta, 1899) que falleció en 1916 en Sevilla a los dieciséis años (y provocó grandes sufrimientos a la madre hasta el punto de haber encanecido totalmente con aquella enfermedad). Los nombres de los gemelos respondían a la costumbre de sustituir los de santos por otros de “[…]  raigambre o del propio mundo anarquista”.

De estos hijos destacó la mayor, Paca, quien fuera también maestra racionalista y acompañó a su padre en numerosas giras y conferencias; actuando en ocasiones en actos de reivindicación femenina. “[…] Con apenas doce años, cuando su padre quedó en libertad, comenzó a intervenir en actos libertarios. Para entonces, recordaba cómo había tenido que trabajar desde muy pequeña para sobrevivir mientras su padre estaba encarcelado”. Fue maestra en todas sus escuelas especialmente en la de Aznalcóllar y en las de Sevilla, en Pagés del Corro (hasta 1913) y Enladrillada (hasta 1934).

También destaca la figura de otra hija, Felicidad, cuya actividad es ejemplo de las estrechas relaciones con la familia Urales ya que trabajó durante años en Barcelona para su importante editorial. Esta familia, que fue la de la ministra de la Segunda República Federica Montseny (primera mujer que ocupó este cargo en la historia de España), ejerció un importante papel en la vida de José Sánchez Rosa y Ana Villalobos y llegaron a tener con ellos una gran amistad. Conocida en los ámbitos sindicalistas con el seudónimo de la familia Urales estuvo formada por Federico Urales (nombre seudónimo del intelectual Juan Montseny, exiliado en Londres y afincado en Madrid y Barcelona) y Soledad Gustavo (nombre de Teresa Mañé, también intelectual de prestigio perteneciente a una familia acomodada de Barcelona). Ambos formaron parte de los ideólogos más avezados del movimiento anarquista español y catalán que dieron carácter internacional a este movimiento, cuyo poder e influencia propagandística lo ejercieron a través de una importante editorial que editaba la Revista Blanca, el suplemento Tierra y Libertad y el semanario el Luchador; prensa que siempre dio buena acogida y difusión a los artículos enviados por el grazalemeño y contribuyeron como nadie a elevar su prestigio como el principal representante de este movimiento en Andalucía en los comienzos del siglo XX.

 

LA ARITMÉTICA DEL OBRERO 2

 

El legado pedagógico

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Las llegadas de las primeras ideas internacionalistas aparecen unidas a la actividad instructiva, a la educación de los jornaleros analfabetos. Sin embargo esta no es nueva ya que la realidad sociogeográfica de Andalucía, y la precaria red escolar desde tiempo inmemorial, había dado origen a un tipo de enseñantes muy común conocidos como los maestros del campo. Sánchez Rosa aprendió en la escuela de Grazalema a leer y escribir y siendo adolescente ya leía a otros. En sus primeras salidas para trabajar como jornalero en la campiña jerezana tuvo la experiencia de leer la prensa internacionalista a sus compañeros de tajo. Actividad que se hacía con el propósito “[…] de buscar la asociación de trabajadores y de darles instrucción para que no fueran engañados”. En las gañanías y viñas era común la figura y actividad de un jornalero que cuando terminaba la jornada laboral impartía enseñanza a sus compañeros. Aunque no lo sabemos personalmente de Sánchez Rosa, conocemos ejemplos muy similares como fue el de “[…] Juan Ruiz Ruiz jornalero que se colocó en el rancho del Alcornocalejo en el término de Arcos donde conoció a Pedro y Francisco Corbacho Lagos, maestros y directivos de la asociación obrera FTRE (Federación de Trabajadores de la Región Española). Juan Ruíz llegó a ser un maestro libertario posteriormente ejecutado en Jerez tras el proceso de la Mano Negra cuya única actividad reconocida fue la instructiva y la propaganda. Por esta razón sus compañeros le hicieron la copla con la que le recordaban: “[…] Maestrito, maestrito, buen socialista y valiente, por enseñar a tu gente te condenaron a muerte”.

Para el movimiento obrerista “[…] asociación, propaganda y educación formaban la trinidad sin la que no podría efectuarse ningún progreso. El camino más recto para  el triunfo era la instrucción, completa y científica, y la fuerte organización de los trabajadores”. “[…] La revolución social no era una mera cuestión de cambio económico, tanto más importante era el cambio de las mentes de los hombres, la creación de conciencia revolucionaria. De ahí la importancia que se le daba a la propaganda y a la educación. El resultado fue el ingente esfuerzo que realizaron en la edición de prensa, folletos y obras pedagógicas, y en el sin número de escuelas que, repartidas, por todo el país animaron los anarquistas”. La existencia de escuelas laicas (que formaban un grupo amplio entre las que estaban las escuelas racionalistas), “[…] animadas por republicanos, socialistas y anarquistas fue un fenómeno que se extendió por todo el país”. Siendo la más significativa y conocida la fundada en 1901 con el nombre de Escuela Moderna por Francisco Ferrer y Guardia en Barcelona que tuvo entre sus objetivos la creación de una potente editora y un periódico como fue el llamado La huelga general que se publicó entre 1901 y 1904.

 

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“[…] Una de las claves del éxito fue que las ideas anarquistas representaban lo moderno, el futuro, frente a las fórmulas caducas y reaccionarias del capitalismo”; de ahí el nombre. Tanto las del medio rural como urbano compartían los “[…] principios de la enseñan­za racionalista basados en el amor, la razón y el empleo de métodos educativos adecuados, como la enseñanza mixta, científica y al aire libre”. El material escolar con frecuencia se confundía con el propagandista, aunque había evolucionado desde la existencia de la escuela de Ferrer. Aparte de estos, escasamente destacaban algunos otros libros como fueron los de Celso Gomis Mestre “[…] ingeniero de caminos y secretario de la FRE que escribió textos especialmente para la instrucción, tal fue el caso del muy conocido “Lecturas instructivas”.

En el conjunto del periodo de existencia emergente del librepensamiento “[…] comprendido entre las dos últimas décadas del siglo XIX y las tres primeras del siglo XX, puede hablarse de tres generaciones de maestros y maestras que tienen su momento álgido con los primeros años de la Segunda República en el que existían unos 500 maestros modernos o racionalistas”; por lo que entonces ya convivían estas tres generaciones.  En la primera inició su actividad Sánchez Rosa. Actividad que ya desarrollaría en la cárcel en los últimos años del siglo XIX y se hace efectiva a partir de 1901, con 36 años, cuando comienza a trabajar como maestro en el Centro de Estudios Sociales de Los Barrios. En esta época, es decir perteneciente a esta primera generación de escuelas y maestros racionalistas, es sabido la existencia de una escuela racionalista en Grazalema “[…] gestionada por Juan José García”, posteriormente “[…] clausura en 1903”.

Siguiendo el modelo de la Escuela Moderna, Sánchez Rosa llevó a cabo sus proyectos. Primero fundando una escuela en la sevillana localidad minera de Aznalcóllar (1905-1911) que sería considerada prototipo de escuela mixta racionalista, según quedó recogido en la revista valenciana Humanidad Nueva, cuando en 1909 le hicieron un reportaje en un número extraordinario dedicado a Ferrer i Guardia. Más tarde, ya en Sevilla, creando la editora la Biblioteca del obrero “[…]  y también haciendo intentos de crear un periódico. “[…]  La Anarquía apareció entre noviembre de 1920 y febrero de 1921“.

 

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Los materiales escolares que había empleado hasta entonces en sus escuelas posiblemente pudieron llegar en forma de donación solidaria de la Escuela Moderna de Ferrer, algo común con las escuelas racionalistas más conocidas y emblemáticas del país. Una razón más para considerar la importancia del nombre y la obra pedagógica de Sánchez Rosa. Al respecto, los contactos de Sánchez Rosa con Ferrer i Guardia fueron además de carácter personal ya que “[…] se produjo incluso un intercambio de puntos de vista y planteamientos sobre la acción obrerista y su interpretación educativa para la transformación social”. Así aparece Sánchez Rosa con frecuencia en las relaciones de “[…] correspondencia administrativa” del periódico barcelonés “Solidaridad obrera”; principal periódico anarquista a nivel nacional que a su vez se hizo eco de los folletos y textos del pedagogo grazalemeño.

Con motivo de los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona, “[…] el 14 de noviembre de 1909 Sánchez Rosa encabezó la manifestación que reclamaba la figura del fundador de la Escuela Moderna. Allí fue el principal orador de un mitin pro memoria (había sido fusilado el 13 de octubre). Bajo una intensa lluvia y ante una numerosa concurrencia desgranó los recuerdos que tenía de su trato personal con Ferrer”. En la escuela de Aznalcóllar se sabe que se empleaba como medio didáctico  “[…] la exposición oral y el teatro”.

 DIALOGOS LOS DOS NIÑOS

 

Sin embargo era evidente la ausencia de materiales para la instrucción sobre todo para los adultos. Y es aquí donde reside una de sus grandes aportaciones a la historia de la educación y de su reconocimiento como pedagogo ya que fue consciente de estas carencias y elaboró materiales muy usados entonces. Posiblemente esta fuera una de las razones que le impulsó a escribir su primer libro “[…] En esta localidad de la provincia de Sevilla comenzó a editar las tres obras que terminarían por convertirse en manuales casi obligatorios para cualquier centro de tendencia libertaria. En junio de 1909 apareció la primera edición de La aritmética del obrero y ya en la capital, Sevilla, lo harían en 1912 La gramática del obrero y El abogado del obrero. “[…] Con ellos se pretendía completar la tríada de conocimientos básicos que todo obrero consciente debía poseer: contar, leer y escribir, y desenvolverse en la maraña jurídica que parecía estar hecha para impedirle ejercer los derechos que teóricamente tenía reconocido”.

 

En esta ciudad se instaló la familia a partir de 1911 y su escuela se abriría “[…] previa documentación que tuvo que presentar ante el director del instituto provincial de 2ª enseñanza. La instancia indicaba que la escuela iba a funcionar en el nº 32 de la calle Pagés del Corro e iba acompañado del reglamento de régimen interior, de los planos con nota descriptiva del local, de una certificación de buena conducta y residencia y de un informe municipal de higiene y salubridad del local”. A pesar de la legalidad y estricto cumplimiento de las normas, Sánchez Rosa fue con frecuencia presionado por los caseros, algunos de ellos instigados por los poderes locales para que los expulsaran de las fincas. El local que ocuparon a partir de 1913 en la calle Enladrillada tenía ya una larga trayectoria de escuela laica. En este lugar situado en el barrio de Triana a pesar “[…] de tener su matrícula plenamente cubierta, sin embargo, terminaría teniendo problemas con la casera quien al parecer estuvo influenciada por quienes regentaban un vecino colegio de Dominicos”. Posteriormente se trasladarían “[…] a la plaza de la Mata nº 20. Después a Peris Mencheta,  33 y a llamada “casa de piedra” de la Alameda de Hércules”.

 

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Como es lógico, Sánchez Rosa en coherencia con sus ideales nunca tuvo propiedades y siempre estuvo de alquiler. Estas situaciones generaron que promoviera la creación una “liga de inquilinos” que se hizo famosa en la Sevilla de entonces ya que los anarquistas habían “[…] dirigido su mirada hacia las precarias condiciones de la clase trabajadora”. […]El movimiento, promovido junto al médico sevillano Pedro Vallina, en 1918 fijaba sus objetivos que consistían en una rebaja de la mitad de los costes de los alquileres, la supresión de la figura del casero, la reforma de las leyes de desahucio y la mejora de la higiene de las viviendas”. Después de una campaña en la ciudad “[…] cerca de doscientos fincas en unas semanas comenzaron a rebajar sus alquileres y a prescindir de los caseros”.

Junto a su compañera y titular de la escuela, la maestra Ana Villalobos y a su hija Paca Sánchez aquellas escuelas sevillanas no debieron diferenciarse en los ritmos escolares de otras; basadas en impartir clases de primaria entre los tres y diez años, durante el día y de noche para adultos. En el mismo local albergaban también una biblioteca obrerista y estuvo la sede de la editorial la Biblioteca del Obrero (a partir de 1909) en la que publicó la mayor parte de su obra y dio a conocer otras muchas obras de maestros racionalistas del país y de pensadores extranjeros. Así Sánchez Rosa, fue a la par tanto creador e innovador pedagógico como fiel ejemplo del modelo educativo librepensador  “[…] pues se convirtió como otros en el maestro que esparcía la semilla de la verdad desde la razón, en la transformación de las conciencias. De esta forma se puede entender su incansable actividad como maestro, escritor y militante obrero”.

 

DIALOGOS LOS DOS PROFESORES

 

La obra escrita y su huella

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“[…] Se dice que fue su propia experiencia, como lector a sus compañeros analfabetos lo que le hizo comprender la necesidad de la educación. Buen conocedor del medio al que se dirigía, utilizó un recurso muy común entre los ácratas: el folleto breve y escrito en forma de diálogo que mejor se adaptaba a su mayoritaria cultura oral. Esta modalidad del diálogo es la que le da forma a catorce de los dieciocho libros que escribió. Propaganda, oral y escrita, e instrucción fueron las dos líneas de acción que marcaron de forma fundamental la vida de Sánchez Rosa pero todas marcadas por el diálogo.

A la primera se pueden adscribir tanto los cientos de actos, mítines y conferencias en los que intervino, como los artículos que escribió en la prensa, fundamentalmente, libertaria donde se practicaba las llamadas controversias, o diálogos políticos, de organizaciones opuestas, delante del auditorio. A la segunda podemos adjudicar las dieciocho obras que escribió. En conjunto, todas tuvieron una triple finalidad: de extensión de los ideales anarquista; de difusión de las nuevas doctrinas sindicalistas, que se habían ido abriendo paso en los años anteriores hasta cristalizar en la creación de la CNT en 191O; y la difusión del material escolar. Del primer grupo fue la obra: En el campo: el guarda y el obrero (1911); del segundo: El obrero sindicalista y su patrono (1911) y Nuevo Rumbo (1912) y, finalmente, los relacionados con la enseñanza correspondieron a dos tipos: unos de carácter teórico, como Los diálogos sobre la enseñanza raciona­lista. Los dos profesores (1911) y Los dos niños en la escuela (1912) y otros de lectura para los niños, como Entre amiguitas (1912) e Inocencia y Candidito (1912). Un tema tan querido en el mundo agrario como es la propiedad de la tierra, es el núcleo central de Diálogo en el campo. El Guarda y el obrero”. Como dato significativo, todos estos textos llevan el sobrenombre de “diálogos” lo que expresa un talante y una actitud basada exclusivamente en el uso de la razón y la ausencia absoluta de cualquier muestra de violencia verbal o de rencor; algo llamativo en una persona que vivió permanentemente perseguido y castigado; entrando y saliendo de la cárcel por sus ideales.

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DIALOGOS EL GUARDA Y EL OBRERO

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“[…] Sánchez Rosa cuenta también con un amplio número de artículos en prensa. Al menos publicó en catorce periódicos un total de 61 artículos”. El conjunto de su obra recibió una constante buena acogida y “[…] todas ellas alcanzaron una enorme difusión, lo que muestra la importancia del personaje en su tiempo y la existencia de una amplia red de instituciones, centros y escuelas” con las que tenía relación y en las que aparecía como un autor de referencia. La Aritmética del obrero, aparecida a finales de 1909, inaugura su propia editorial La Biblioteca del Obrero. Con ella llegó a alcanzar en 1935 dieciséis ediciones. Con El abogado del obrero y La gramática del obrero, se consolida la editorial y también se alcanza un elevado número de ediciones llegando a ser en ambos casos de once (en 1932 y 1933 respectivamente)”.

“[…] En 1919, apareció en La Biblioteca del Obrero un relato o novela llamada Bienvenida” perteneciente a un género cultivado entonces por algunos autores anarquistas cuya gran explosión (del género) se produjo unos años más tarde. “[…] Los tres últimos folletos doctrinarios son una especie de compendio de su obra, tanto de la escrita como de la propagandística. La instrucción, las ideas anarquistas y el sindicalismo fueron sus temas. En 1913 publicó, bajo el título de Por la educación racional gozaremos de los beneficios de las ciencias y la libertad, la conferencia que había impartido en los últimos días de 1912 y primeros de 1913 en sociedades obreras de Sevilla. En ella realizó una fuerte crítica de la enseñanza que se practicaba y propuso la educación racional basada en los principios de la Escuela Moderna de Ferrer”.  “[…] En 1919 publicó Discordancias de bronce un texto que insiste en entender que anarquía es paz y que está dispuesto a luchar por conseguirla. En 1933 insistiría en el tema en su último artículo que publicó en el periódico madrileño CNT llamado Paso libre a la anarquía. Con él se cerraba una intensa actividad de colaboraciones en la prensa libertaria que se había extendido treinta años, sobre todo durante las dos primeras décadas del siglo”.

 

inauguración del busto de Sánchez Rosa en la Plaza de La Asamblea

Monumento a Sánchez Rosa en Grazalema

 

 Personalidad y pensamiento

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La personalidad de José Sánchez Rosa “[…] reúne las principales características del militante libertario sobre el que se forjó la masiva presencia del anarquismo en España y Andalucía hasta su práctica liquidación física en 1939: origen trabajador, militante societario y sindicalista, precoz militancia ácrata, educador de sus compañeros, escritor didáctico y eficaz propagandista mediante la palabra y la pluma”.

“[…] Su pensamiento parte de la consideración de la injusta sociedad existente, en la que el trabajador, en especial, pero también el resto de los humanos, padecen la explota­ción económica, la ignorancia y la corrupción de una civilización perversa. Contra esta situación Sánchez Rosa llamó a la rebelión, al despertar de las conciencias, mediante la instrucción. El aprendizaje lo concibe como la toma de conciencia de los hombres de su situación”.

¿Cuáles eran las líneas fundamentales de este pensamiento? “[…] En primer lugar, la creencia de que el trabajador debía tomar conciencia de su explotación e ignorancia y no resignarse a ellas. Para ello era imprescindible la propaganda y la enseñanza porque para conseguir una sociedad libre e igualitaria, era preciso desmontar por completo la que existía. De ahí que instrucción y reivindicación obrera fueran las armas con las que contaban los trabajadores. En segundo lugar, la importancia que daba al «progreso», hasta el punto de identificar «modernidad» con anarquismo. A él se oponía la reacción, que procuraba dificultar sus avances mediante la violencia. En tercer lugar, hay que destacar la importancia de la educación en su pensamiento. Para Sánchez Rosa la enseñanza debía ser racionalista y mixta porque no sólo proporcionaba unos buenos resultados pedagógicos sino que, además, daba al niño la capacidad de razonar y le servía para encaminar sus pasos hacia la conquista de una sociedad mejor. En cuarto lugar, dirigió su actividad tanto hacia el campesino como el trabajador urbano. Comprensión que, además, estaba facilitada por su consideración de que era el hombre, no la clase social, el protagonista de las transformaciones sociales. En quinto lugar, los personajes de sus folletos tienen una función ejemplificadora. A todos los utiliza el autor, mediante una redacción sencilla, para poner de manifiesto que, fuera cual fuera su tipo de trabajo, todos tienen los mismos problemas, la misma represión.

 

DIALOGOS EL CAPITALISTA

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En sexto lugar, está el papel de las sociedades obreras, primero, y del sindicato, después. De sus obras se deduce que Sánchez Rosa pensaba que la organización obrera era necesaria, aunque necesitaba del complemento de la instrucción, para alcanzar un nuevo orden social. El sindicalismo era una herramienta, no un fin. Los obreros necesitaban conocer los mecanismos legales para defenderse, tanto individual como colectivamente. Y, finalmente, en séptimo lugar, creía que la nueva sociedad se basaría en el orden de la abundancia que pueden proporcionar las conquistas científicas y se reduciría la jornada gracias a la aplicación solidaria de los avances técnicos”.

“[…] En mayor o menor medida la memoria ha pasado de generación en generación y está hoy presente en los nombres del centro de adultos de Sevilla, en el barrio de Pino Montano, en las calles que le están dedicadas en Sevilla y Grazalema y, desde hoy, en esta modesta biografía que ha intentado recobrar con la figura del grazalemeño, la de miles de españoles que durante el primer tercio del siglo XX lucharon, vieron y soñaron por y con un mundo mejor”.

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Cándido Gutiérrez Nieto. Universidad de Cádiz.

 

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Publicado el octubre 14, 2014 en Uncategorized y etiquetado en , , . Guarda el enlace permanente. 1 comentario.

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