Empanadillas de Grazalema

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Esta receta tradicional de nuestro pueblo, nos la envía Isabel Salas, quien la recibió de su abuela, a principios de los años cuarenta del Siglo XX, como receta que ya entonces se consideraba antigua.

Con el aceite de oliva que quepa en una taza,  se fríe una cáscara limón y un puñado de matalahúva o anís verde evitando que se queme. Se retira la cáscara de limón y se cuela el aceite, aunque hay quien prefiere no colar la matalahuva.

Se añade al aceite una taza de vino blanco, una cucharadita de levadura y almendras tostadas y peladas, que se majan previamente en el mortero.

A continuación se va añadiendo harina con un cuchara pequeña progresivamente hasta que la masa no se pegue a las manos; punto en el que dejamos la masa tapada con un paño durante una hora.

A continuación vamos haciendo bolitas y las vamos aplastando con las palmas de las manos,  rellenando las obleas resultantes con polvo de batata, o cabello de ángel. Las doblamos con forma de empanadillas, que freímos con aceite. Tras lo que las espolvoreamos con azúcar glasé.

Las recetas del polvo de batata y del cabello de ángel, las podéis encontrar, dentro de la de los cubiletes que se encuentra en la página de Nuestra Cocina, o pinchando este enlace:

Cubiletes de Grazalema